
Anomalisa
Año: 2015
Duración: 90 min
País: Brasil
Dirección: Charlie Kaufman
Guion: Charlie Kaufman
Género: Comedia, Drama, Comedia dramática
Anomalisa: Surrealismo humano
Redactada el: 14/01/2019
por: mc.n
¿Qué significa estar vivo? ¿Qué significa estar muerto? La soledad está alrededor nuestro, listo para inundarnos con su insaciable pesadumbre quebrantando cada posible forma de ser feliz. Sentirnos aislados de lo que somos, sentados frente a una agobiante monotonía que nos apresa en la incasable carrera de los años. Es casi imposible, poco verosímil analizar y explicar de algún modo el concepto de soledad, lo qué es, lo que hace sentir, lo que puede hacernos llegar a pensar. Lograr personajes que utilicen, a través del diálogo y el lenguaje cinematográfico, una percepción acertada de lo que es el abandono ensimismado es realmente complicado.




Anomalisa. Hipnotizante, cautivadora, febrilmente increíble y casi magnífica en plano de impacto psicológico. Un excelente trabajo de producción, de edición, de fotografía, de música y por su calidad de realismo, al llevarlo al punto de una dialogo natural y humano, de guion. Anomalisa es por lejos uno de los mejores trabajos de stop motion debido a la calidad de su historia original y por cómo analiza durante noventa minutos una forma de discurso la crisis de madurez, un increíble manejo del dolor que se vuelve una amarga genialidad, como lo denomino spinof, que te adentra a idiosincrasia, entendiblemente, empática, pero no necesariamente compartida, que te eleva más allá de lo que muñecos ‘sin alma’ puedan transmitirte, y esto se debe a una, comprensible exageración, esplendida y formidable forma de escribir un guion. Charlie Kaufman, director y escritor de la misma, logra un detalle inverosímil de plantear un halo de tristeza y existencialismo adulto debido a una monotonía que llega a hacer perder el sentido de la vida de Michael Stone, he ahí que todos los personajes, excepto él, sean iguales. Así, Kaufman crea un ambiente de tristeza y de que jamás encontrará la felicidad o el cambio que necesita alrededor del protagonista, incapaz de acabar con desgraciada vida y de tener que llevarla consigo indefinidamente, por lo que, incide en encontrarse con su última mujer, dándonos a entender la preocupación o desesperación de Michael por querer sentirse mejor, y salir de su aburrida rutina que cada vez lo quiebra más. Entonces conoce a Lisa, aquella que distingue por su inigualable voz, alejada de la indiscutible escoria de voces genéricas que tendía a escuchar por haber perdido el sentido de su alrededor, y va a buscar con una instintiva exasperación y, al encontrarla, ve diferente al resto, única, incomparable, distinta al resto de humanos poseedores de un magma de semblantes similares, semejante al momento y proceso de enamorarse. De ahí, el acude a invitarlas a salir, a Lisa y a su amiga Emily –esta última con rostro genérico-, tras esto, después de beber unos tragos, Michael invita a Lisa a su cuarto, y he aquí, la inseguridad de una vida, quizá, llena de rechazos o la costumbre de no ser siempre ‘la elegida’, de Lisa que, actúa, de cierto modo, infravalorándose a sí misma diciendo que tal vez quiso decir: Emily. Sin embargo, como sucede en la vida real, Michael se fijó en ella, por ser diferente. Luego, llegaría una de las mejores escenas, la escena de la habitación, en la que, fuera del morbo, viéndola desde un aspecto tranquilizador y poético, resulta ser una obra maestra del diálogo y desarrollo de personajes que va desde el miedo e inseguridad inicial de Lisa hasta la intimidad que se va forjando entre ellos. El momento de ‘Girls just wanna have fun’ realmente es conmovedor, suntuoso, casi perfecto –en el audio original- que es el inicio de una ambiente realmente indescriptible. De lo dicho, previamente la vaga, pero considerable, explicación de Lisa del porqué de su incertidumbre que resulta convincente. Ahora, la escena de la cama, donde se echan y Michael pide a Lisa que hable, se produce uno de los diálogos más fluidos y humanos que se haya podido escribir y grabar en una película de Stop Motion. Este dialogo resulta ser la presente de la personalidad de Lisa, que feliz de lo que está ocurriendo decide abrirse espiritualmente y decir quién es, lo que le gusta, sin alejarse de la realidad como el decir que no existe un ‘todo el tiempo’. De esta manera se produce la esperanza renacida en Michael separándose de su insípida vida y recobrando la pasión por la vida.
La escena del gerente que llama a la habitación es mucho más surrealista que las de antes, he llegado a la conclusión que se alega a la interpretación del espectador. Yo, necesariamente, lo vi como una pérdida de lo que estaba empezando a nacer. Mejor explicado como “una extraordinaria metáfora sobre la fragilidad —y, también, la fugacidad— del amor verdadero, de ese deslumbramiento que empieza a morir en el mismo momento en que se manifiesta. –El país.” Eso es si lo queremos relacionar con la historia. Porque, de otra manera, lo veía relacionado como una manera de ser controlados y de vivir en una falsa realidad.
No obstante, llego a la conclusión de que era la pérdida del amor, porque al momento del desayuno y la conferencia se nota el final y decaimiento del personaje de las expectativas que mostraba la noche anterior, de ese deslumbramiento que empezó a morir desde el momento en que conoció a Lisa. Así, Kaufman deja en claro la inexplicable postura del hombre que nunca está satisfecho y del volver de la inapetente rutina, como un círculo vicioso sin sentido.


Esto adjudica a Anomalisa como un tipo de arte surrealista que va mucho más allá de lo esperado, tan parecido como Thriller Psicológico de la vida real.